ArcelorMittal reitera su "intención" de invertir 1.200 millones de euros en Dunkerque, pero mantiene su plan social

El fabricante de acero ArcelorMittal reafirmó este jueves su "intención" de invertir 1.200 millones de euros en la descarbonización de su planta de Dunkerque (norte), a condición de que Bruselas aplique sus medidas de protección del acero europeo, sin cuestionar no obstante los recortes de empleos anunciados en Francia .

El grupo confirma "su intención de invertir en un primer horno eléctrico, en su planta de Dunkerque, por un importe de aproximadamente 1.200 millones de euros", dadas las medidas adoptadas por Bruselas que "van en la buena dirección", indicó el grupo en un comunicado. Una decisión firme y definitiva tendrá que esperar "hasta después del verano", según el presidente de ArcelorMittal Francia, Alain Le Grix de la Salle.

"Las medidas que esperamos son dobles (...): medidas de defensa comercial para limitar las importaciones al 15% del mercado y un mecanismo de ajuste fronterizo de las emisiones de carbono. Estas medidas nos permitirán restablecer una competencia justa en el mercado europeo del acero y, por lo tanto, jugar en igualdad de condiciones", declaró durante una rueda de prensa en línea, estimando que "deberían estar en vigor pronto, en los próximos meses, después del verano".

"Entonces, no hablaré de condicionalidad, esa es una intención, pero realmente queremos dar el significado y la confianza que tenemos al decir que muy, muy pronto, decidiremos y confirmaremos", agregó.

Sin embargo, descartó abandonar el plan propuesto de recortar 636 empleos en Francia, tanto en funciones de apoyo como en producción: «Son dos cuestiones distintas. Los recortes de empleo actuales buscan aumentar la competitividad de las plantas de Dunkerque. Y ahora estamos hablando y confirmando nuestra intención (de invertir) para dar visibilidad, porque tenemos mucha más confianza que hace dos o tres meses», declaró.

A finales de 2024, ArcelorMittal suspendió su gigantesco proyecto de inversión —de 1.800 millones de euros, incluidos más de 800 millones de ayudas prometidas por el Estado— para la descarbonización de sus altos hornos de Dunkerque, argumentando que el acero producido en Europa no era competitivo.

El acero europeo se encuentra atrapado entre la caída del consumo en el Viejo Continente, la competencia considerada desleal del acero de bajo coste, en particular el procedente de China, los altos precios de la energía en Europa y, ahora, los nuevos aranceles aduaneros impuestos por Estados Unidos.